Lupus eritematoso sistémico

 

El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad reumatológica autoinmune sistémica (ERAS), en el que el sistema inmunitario del paciente ataca a diferentes órganos, es decir, son las “propias defensas” las que provocan el daño e inflamación.

¿Por qué se produce el lupus eritematoso sistémico?

En el momento actual, todavía se desconoce la causa exacta por la que se produce el lupus, no obstante, cada vez son más los estudios que se desarrollan para conocerlas. Las últimas hipótesis van enfocadas a que se trata de una combinación entre causas genéticas, hormonales y ambientales.

¿Cuáles son los síntomas del lupus eritematoso?

Los síntomas son muy variados ya que es una enfermedad que puede atacar a prácticamente cualquier órgano. Suele ser muy típica la afectación cutánea con dolor e inflamación articular.

Los síntomas y signos dependen del órgano afecto, aquí detallamos algunos de ellos:

  1. Síntomas generales: fatiga, cansancio, pérdida de peso, febrícula sin que se acompañe de un proceso infeccioso.
  2. Síntomas articulares o musculares: en prácticamente el 90% de los pacientes presentan dolor e inflamación de alguna de las articulaciones. Las que más se suelen afectar son las de las manos, muñecas, codos, rodillas y pies.
  3. Afectación cutánea o de mucosas: existen varias manifestaciones cutáneas siendo muy típico la sensibilidad a la luz solar con manchas eritematosas en cara. El conocido como “exantema en alas de mariposa” que se localiza en mejillas y nariz. También son típicas las aftas orales.
  4. Afectación renal: los riñones también se pueden ver afectados y aunque es una afectación grave suele ser asintomática. El paciente no percibe la inflamación renal. Suelen objetivarse pérdida de proteínas y sangre en la orina.
  5. Sistema nervioso y cerebral: engloban una gran variedad de síntomas que en muchas ocasiones son inespecíficos, como entumecimiento, dolor de cabeza, debilidad, entumecimiento, pérdida de memoria, cambios de humor, depresión ansiedad…
  6. Corazón y pulmón: el lupus eritematoso inflama las membranas que cubren tanto el corazón (pericardio) como el pulmón (pleura), puede producir, entre otros síntomas, pericarditis o pleuritis.

¿Cómo se diagnostica el lupus?

El diagnostico se realiza obteniendo una puntuación de 10 o más los criterios de clasificación. Para ello se deben recoger los signos y síntomas de la siguiente manera: por un lado, los síntomas del paciente (anamnesis), seguido de la exploración física realizada por el médico y por último con los valores analíticos y de otras pruebas complementarias.

Hallazgos analíticos más frecuentes son la positividad para anticuerpos antinucleares (ANA), niveles bajos de leucocitos, linfocitos y plaquetas. También hay otros anticuerpos más específicos del lupus, llamados anti-DNA, anti-Sm o los anticuerpos antifosfolipido.

¿Cómo se trata el lupus eritematoso sistémico?

El tratamiento deberá individualizarse a cada paciente y al grado de afectación de la enfermedad que presente.

Inicialmente se recomiendan medidas como realizar actividades que fortalezcan la musculatura como caminar, andar o montar en bicicleta. Así como la utilización de fotoprotector 50 en las zonas expuestas al sol todo el año.

Los fármacos más habitualmente usados son:

  • Antiinflamatorios: para controlar los episodios inflamación articular o dolor muscular.
  • Glucocorticoides: sigue siendo uno de los mejores antiinflamatorios disponibles, sobre todo cuando necesitamos que la acción sea rápida. Prácticamente todas las complicaciones de la enfermedad se pueden tratar con corticoides, el tipo y la dosis dependerá del grado y el órgano afectado.
  • Antipalúdicos: son fármacos que tradicionalmente se utilizaban para el paludismo o malaria. En la actualidad han demostrado ser muy útiles para el manejo de la artritis, lesiones cutáneas o en el corazón y pulmones.
  • Inmunosupresores: estos fármacos son necesarios en manifestaciones graves y  actúan controlando las defensas que están atacando a los propios órganos. Los más utilizados son la azatioprina y ciclofosfamida. También se pueden utilizar otros fármacos biológicos como son el rituximab o belimumab.

 

Navarra S, Guzmán RM, Gallacher AE, Hall S, Levy RA, Jimenez RE, et al. Efficacy and safety of belimumab in patients with active systemic lupus erythematosus: a randomised, placebo-controlled, phase 3 trial. Lancet 2011;377: 721-731.

Furie R, Petri M, Zamani O, et al. A phase III, randomized, placebo-controlled study of belimumab, a monoclonal antibody that inhibits B lymphocyte stimulator, in patients with systemic lupus erythematosus. Arthritis Rheum. 2011;63(12):3918-3930.

 

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