Cuando acuda a su médico reumatólogo no tenga reparo en preguntar todas las dudas que le puedan surgir. En esta entrada intentaremos responder a algunas
¿Qué puedo hacer en mi día a día para mejorar mi artritis reumatoide?
Ejercicio
Es importante mantener una vida activa, la actividad física puede reducir el dolor generalizado, mejorar la funcionalidad y movilidad. Con el ejercicio se disminuye la rigidez de las articulaciones y mejora la flexibilidad.
El estado de ánimo, por la secreción de endofinas y la calidad del sueño también mejoran.
- Aunque se tenga dolor generalizado, es mejor realizar algo de ejercicio aeróbico, que no realizar nada. Con 10 minutos al día para empezar es suficiente.
- Se debe evitar deportes que sobrecarguen la articulación con artritis, o que requieran contacto físico como: artes marciales, futbol, baloncesto…
- Empezar siempre lentamente, e ir incrementando la actividad
Reposo
Puede parecer que es contradictorio el hecho de realizar ejercicio y reposo a la vez, pero no lo es. Es recomendable realizar ejercicio aeróbico para mejorar nuestra calidad de vida a nivel global, pero en el momento en el que se presenta artritis activa en una articulación conviene no forzarla hasta que remita el brote. Por otro lado, descansar un número adecuado de horas (entre 7-8horas) disminuye la sensación de cansancio y fatiga que muchas veces presentan nuestros pacientes por la propia artritis reumatoide.
Alimentación
Aunque se oyen muchas tendencias a suprimir los alimentos “proinflamatorios, como por ejemplo el tomate”, no existe evidencia científica de que eso sea beneficioso para los pacientes con artritis reumatoide.
Los estudios recomiendan una dieta variada en cantidades moderadas. La dieta más variada y saludable es la dieta mediterránea con un adecuado aporte de frutas al día (mínimo 2-3 piezas/día). Por otro lado, también es importante el correcto aporte de leche y lácteos, para evitar complicaciones derivadas del uso de corticoides (como puede ser la osteoporosis) que en muchas ocasiones son parte del tratamiento en los brotes.
Entorno familiar
Las repercusiones físicas y emocionales de la artritis reumatoide no son iguales para cada paciente. El entorno familiar debe comprender que en ocasiones el paciente cuando presente un brote activo de artritis reumatoide posiblemente presente limitaciones físicas para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
Controles clínicos
Los pacientes con artritis reumatoide tienen más propensión a que sus vasos sanguíneos se dañen; es por eso que deben cuidar las complicaciones cardiovasculares. ¿cuáles son esas? Las complicaciones cardiovasculares pueden ser los infartos cardíacos o cerebrales o las hemorragias cerebrales.
Es por ello que se debe controlar:
- Obesidad: intentar mantener un peso adecuado a su talla y edad
- Diabetes: mantener niveles normales de glucosa en sangre
- Dislipemia: lograr valores normales de colesterol y triglicéridos
- Hipertensión: intentar mantener niveles por debajo de 120/80 de tensión arterial. Los pacientes con niveles elevados de tensión arterial deberán limitar el consumo de sal en la dieta.
Interrumpir el habito tabáquico
Diversos estudios han demostrado que el tabaco disminuye la absorción de calcio e incrementa y acelera su excreción urinaria. También se ha visto su relación con el riesgo aumentado de dañar las arterias del cuerpo y favorecer que la enfermedad sea más grave y difícil de tratar