Diagnóstico de la arteritis de células gigantes

La arteritis de células gigantes es una vasculitis de gran vaso con síntomas que extienden las conocidas como “craneales” y “extracraneales. Para el diagnóstico de la misma, es necesario conocer bien los síntomas que la caracterizan, realizar una buena anamnesis y exploración física.

¿Qué criterios diagnósticos tenemos para la arteritis de células gigantes?

Para el diagnostico de la arteritis de células gigantes es necesario cumplir los criterios de clasificación de Colegio Americano de Reumatología (ACR) 1990 se diseñaron con el objetivo de diferenciar la ACG del resto de vasculitis.

 

Edad mayor o igual a 50 años
Cefalea de reciente comienzo o de características distintas de las habituales.
Arteria temporal anómala a la exploración física, con dolor a la palpación o descenso del pulso
VSG mayor o igual a 50 mm/1º hora
Biopsia compatible con ACG: vasculitis caracterizada por un infiltrado inflamatorio con predominio de células mononucleares o inflamación granulomatosa, frecuentemente con células gigantes multinucleadas

Criterios de clasificación de arteritis de células gigantes del Colegio Americano de Reumatología (ACR) de 1990. La presencia de tres o más criterios ofrece una sensibilidad del 93,5% y una especificidad del 91% para el diagnóstico de ACG.

 

¿Qué pruebas complementarias debemos solicitar?

Como pruebas complementarias para el diagnóstico de ACG se encuentra la analítica de sangre, la biopsia de la arterteria temporal, la ecografía, y/o un PET/TC-FDG.

 

¿Son necesarias todas estas pruebas para diagnosticar a un paciente de ACG?

Como hemos visto en la anterior tabla, incluso con la edad y los síntomas del paciente podríamos diagnósticarlo de esta enfermedad. Las pruebas complementarias ayudan a confirmar el diagnóstico y a evaluar el grado de afectación. Es decir, nos ayudan a ver si esta enfermedad ha presentado más

 

La analítica de sangre dónde esperaríamos encontrar aumento de los reactantes de fase aguda (PCR y VSG), trombocitosis y/o alteración de las enzimas hepáticas.

También es necesaria la realización de una biopsia de la arteria temporal (BAT). Esta biopsia puede ser positivo incluso hasta dos semanas después de haber iniciado el tratamiento con glucocorticoides. De igual modo que la BAT puede ser negativa en al menos el 10-20%.

En los últimos años se han producido importantes avances en el uso de las técnicas de imagen tanto para el diagnóstico como para el seguimiento de estos pacientes.

A nivel ecográfico se puede realizar una ecografía de las arterias temporales, tronco supraaórtico y carótidas. El halo hipoecogénico periluminal que refleja el edema de la pared arterial que rodea la luz del vaso, hallazgo conocido como “signo del halo”.

 

Imagen: http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872020001101619

 

En los últimos años el uso de PET/TC-FDG ha permitido demostrar la presencia de arteritis de grandes vasos en estadios precoces, con la ventaja de poder evaluar la extensión del proceso vasculítico y las manifestaciones extracraneales.  Se puede realizar hasta 3 días después del inicio de los corticoides pero un tiempo mayor a 10 días disminuye notablemente su rentabilidad.

 

Bibliografía

  1. Gonzalez-Gay MA. The diagnosis and management of patients with giant cell arteritis. J Rheumatol. 2005; 32:1186-8.
  2. De Miguel E, Castillo C, Rodríguez A et al; Working Group Ultrasound Giant Cell Arteritis. Learning and reliability of colour Doppler ultrasound in giant cell arteritis. Clin Exp Rheumatol. 2009; 27(1 Suppl 52):S53-8.
  3. Martínez-Rodríguez I, Jiménez-Alonso M, Quirce R, et al. (18)F-FDG PET/CT in the follow-up of large-vessel vasculitis: A study of 37 consecutive patients. Semin Arthritis Rheum. 2017 Aug. 31. pii: S0049-0172(17)30472-9.
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