La rotura del tendón de Aquiles se trata de una lesión que ocurre entre la pantorrilla y el talón. Afecta sobre todo a personas que practican deportes de manera no profesional y su frecuencia aumenta con la edad. A pesar de ello también puede afectar a personas no relacionadas con el ámbito deportivo.
El tendón de Aquiles es el tendón mas grande del cuerpo, se encarga de conectar los músculos de la pantorrilla (soleo y gastrocnemios -gemelos-) con el hueso del talón, el calcáneo. La función principal de este tendón es la de permitir la flexión de la planta del pie, indispensable para caminar.
Cuando se produce una rotura de este tendón, dichos músculos se desconectan del calcáneo e impiden mantener una función correcta del pie, por lo que la deambulación se dificulta. Lo normal es que esta lesión se produzca a 3-6cms del punto donde el tendón se une al hueso, ya que es donde menos sangre recibe y más fácil es que se lesione.
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¿Qué puede causar la rotura del tendón de Aquiles?
Las roturas del tendón de Aquiles se suelen producir al realizar movimientos que aumenten la presión sobre el tendón, básicamente aquellos contrarios al movimiento del tendón, es decir, levantar el pie (dorsiflexión) como puede ocurrir al saltar o en la fase de apoyo de la carrera.
También se pueden dar por contracciones muy bruscas de los músculos unidos al tendón (flexión plantar brusca) al realizar un salto o en la fase de inicio de la carrera. Todos estos movimientos dan lugar a que el 75% de las lesiones se produzcan durante la practica deportiva.
Para que se produzcan estas lesiones existen una serie de factores de riesgo bien conocidos:
- Edad: La mayor frecuencia se da entre los 30 y los 50 años, pero el riesgo aumenta con la practica deportiva en edades más tardías
- Sexo: Más frecuente en hombres que mujeres, hasta 5 veces
- Sobrepeso: Ya que aumenta la presión sobre el tendón
- Dismetrías: Es decir, altura diferente de las articulaciones inferiores
- Variaciones anatómicas del pie
- Tendinopatías previas del Aquiles: Hacen que el tendón esté más desgastado
- Exceso de ejercicio: Sobre todo aquellos deportes explosivos con alta frecuencia de movimientos de saltos, carrera con inicios y paradas bruscos. Para aprender como evitar lesiones en el tendón de aquiles pulsa aquí.
- Determinados fármacos: Algunos antibióticos (Fluoroquinolonas – Ciprofloxacino, Levofloxacino…), fármacos para la tensión ARA II (Losartan, Valsartan), corticoides
- Inyecciones de corticoides: En ocasiones debido a tendinitis se suelen realizar infiltraciones que ayudan a mejorar el dolor en el momento agudo, pero pueden acabar degenerando el tendón.
Síntomas
Es típico que los pacientes cuenten que han notado una “pedrada” en la pantorrilla y que a partir de ese momento han presentado un dolor intenso cerca del talón junto con la perdida de la capacidad de flexionar el tobillo y ponerse de puntillas.
A la exploración medica se suele palpar una discontinuidad al palpar el tendón (signo del hachazo) y a su vez suele ser característico que al apretar la pantorrilla no se observe como se flexiona el tobillo.
¿Cómo se diagnostica la rotura del tendón de Aquiles?
A pesar de que con la historia clínica y la exploración practicada por el profesional sanitario el diagnostico suele ser bastante certero, suele ser necesario recurrir a pruebas de imagen para confirmarlo. En la mayoría de los casos la prueba de elección suele ser la ecografía, mediante la cual se puede observar directamente la rotura del tendón.
¿Cómo se trata?
Actualmente los últimos estudios han demostrado que tanto el tratamiento médico (conservador) como el quirúrgico (cirugía son igual de efectivos).
Tratamiento conservador (ortopédico)
Clásicamente se reservaba para pacientes añosos, con vida sedentaria y con enfermedades asociadas que contraindicasen la cirugía. Sin embargo, hoy en día, es una opción valida para aquellos pacientes que tras ser informados no quieran ser intervenidos.
Se ha de tener en cuenta que como es lógico, al no ser intervenidos, los riesgos relacionados con la cirugía, se evitan. Por otro lado, se ha visto que esta opción tiene mayor tasa de que el tendón se vuelva a romper en un futuro, y, además, hace que la reincorporación al mundo laboral/deportivo, sea mas tardía.
El tratamiento ortopédico se basa en la utilización de botas ortopédicas y rehabilitación temprana. Un esquema de tratamiento sería el siguiente:
Fuente: Programa de formacion en Cirugía Ortopédica y Traumatología
Cirugía
Existen dos opciones dentro de la cirugía:
- Cirugía abierta: Técnica clásica consiste en realizar una incisión a nivel de la rotura y mediante sutura volver a unir los dos cabos. En casos en los que el tendón esté muy dañado, podría requerir utilizar injertos de otros tendones.
Esta técnica presenta menores tasas de re-rotura que el tratamiento conservador, pero mayores tasas de complicaciones relacionadas con la herida quirúrgica. La recuperación funcional a su vez, suele ser mas rápida.
- Técnicas percutáneas: Consiste en realizar pequeñas incisiones (en torno a 6, 3 a cada lado del tendón) a través de los cuales se va pasando una aguja de sutura enhebrada con un hilo de sutura para ir pasándola a través del tendon en cada pasada. Esta técnica puede ser combinada con la ecografía para disminuir su riesgo principal, la lesión de uno de los nervios próximos, el nervio sural.
Respecto a la técnica anterior, se ha visto que esta presenta una recuperación más rápida, menores complicaciones de la herida, pero a su vez un mayor riesgo de dañar el nervio sural.
Rehabilitación
Tanto después de la cirugía como si se decide optar por el tratamiento ortopédico, es importante la fisioterapia con el fin de ganar fuerza en los musculos de la pierna, ya que permite recuperar la movilidad antes y una reincorporación mas temprana.
El tiempo medio para volver a la actividad normal suele ser de entre 4-6 meses.
Bibliografía
Leppilahti J, Orava S. Total Achilles tendon rupture. A review. Sports Med 1998; 25:79.
Zhang H, et al. Surgical versus conservative intervention for acute Achilles tendon rupture: A PRISMA-compliant systematic review of overlapping meta-analyses