La tendinitis calcificante de hombro es una de las causas más frecuentes, ya que afecta a 2,7-20% de la población, de dolor en el hombro. La afectación se suele dar mayormente en edades comprendidas entre los 30 y los 60 años, siendo más frecuente en mujeres y sobre todo en el brazo dominante.
Se debe a la formación de depósitos de calcio en los tendones del manguito rotador, sobre todo en el supraespinoso. Hay que tener en cuenta que es una enfermedad que va por fases:
- Fase formativa en la que tal y como su nombre indica, se produce la formación de los depósitos. En este momento la patología se puede diagnosticar gracias al uso de radiografías o la ecografía, sin embargo, no suele dar síntomas todavía -o en caso de hacerlo suelen ser muy leves- por lo que, al ser una fase asintomática, su diagnostico es incidental.
- Fase reabsortiva: En esta, el cuerpo intenta eliminar dichos depósitos, conduciendo a una serie de reacciones inflamatorias que producen el dolor. Por lo tanto, en esta etapa si que se presentan los síntomas. El dolor puede aparecer en forma de crisis por lo que es posible que entre crisis el paciente se encuentre sin síntomas, pero en otros casos puede ser que persista cierto dolor residual.
Así, podemos ver que estamos ante una patología autolimitada, lo que quiere decir que el cuerpo por si solo suele curarla, aunque puede tardar meses o incluso años. Predecir cuanto tiempo va a tardar en resolverse suele ser complicado, aunque suele ir relacionado con el tamaño de la calcificación: cuanto mayor sea, mayor suele ser el dolor y el tiempo de recuperación.
¿Por qué se produce la tendinitis calcificante?
Lo cierto es que no queda clara cual es la causa de la tendinitis calcificante. Antiguamente se creía que esta era debida al desgaste de los tendones, sin embargo, actualmente dicha hipótesis está en discusión.
Por norma general afecta a gente sana, aunque se ha visto que es un poco más frecuente en personas que presentan ciertas enfermedades endocrinas como por ejemplo el hipotiroidismo o la diabetes.
A su vez, parece que tampoco existe una clara asociación entre las actividades que realice el paciente y su desarrollo. Esto es así, ya que a pesar de que se ha planteado el uso excesivo del tendón como un posible factor de desarrollo inicial, se sabe que la enfermedad se desarrolla tanto en personas que tienen trabajos exigentes físicamente como en aquellos que presentan una vida más sedentaria.
En definitiva, podríamos afirmar que a pesar de que se han detectado ciertas asociaciones, el mecanismo causal no queda del todo claro.
Síntomas tendinitis calcificante
El síntoma clave suele ser un dolor de hombro intenso no relacionado con ninguna causa (actividad, traumatismo…) y de características inflamatorias, es decir, que no se relaciona con la actividad y está presente en reposo. La presencia de dolor se corresponde con la fase reabsortiva.
Una vez finaliza esta fase el paciente se suele encontrar asintomático o con dolor residual hasta que aparezca un nuevo brote (que puede o no aparecer, lo habitual es que si)
Diagnóstico tendinitis calcificada
Esta patología, al presentarse con un cuadro de dolor tan intenso suele limitar de manera considerable la exploración medica, por lo que el diagnostico requiere de una prueba de imagen. En este caso la prueba que más nos ayuda es la radiografía simple de hombro.
Así pues, un paciente se presenta con un dolor de hombro no traumático de características inflamatorias y la radiografía nos muestra una calcificación en el hombro, podemos realizar el diagnostico de tendinitis calcificante.
En ocasiones como pruebas complementarias también se pueden solicitar ecografías o resonancias magnéticas, con el fin de valorar el estado de los tendones.
¿Cómo se tratan las calcificaciones del supraespinoso?
En caso de que el diagnostico se realice en un paciente asintomático no es necesario realizar ningún tipo de tratamiento, ya que, tal y como hemos comentado anteriormente, el proceso tiende a resolverse por si solo.
Tratamiento conservador inicial
Por el contrario, en caso de que produzca síntomas si que suele ser necesario el tratamiento, no dirigido a curar la patología si no a controlar el dolor. Por ello inicialmente comenzamos con medicación para el dolor (antiinflamatorios) junto con la aplicación de hielo local 3-4 veces al día y reposo.
Infiltración
En caso de que no sea suficiente con el tratamiento anterior o que directamente, debido a que la intensidad del dolor es elevada, se puede plantear infiltrar la bursa subacromial con corticoides y anestésicos locales, para así disminuir la inflamación de la zona y mejorar el dolor.
Punción de la calcificación
Otra técnica que le puede plantear su medico es la de la punción-aspiración de la calcificación por ecografía. Es una técnica conocida como Barbotage (burbujeo) en la cual mediante la ecografía localizamos la calcificación y mediante un único pinchazo en la piel realizamos varias perforaciones en la calcificación mientras vamos infiltrando anestésico local con el fin de lavar y aspirar el depósito de calcio. De esta manera conseguimos destruirla, teniendo una alta tasa de efectividad.
Cirugía artroscópica tendinitis calcificante
La operación no suele ser necesaria en la mayoría de los pacientes, ya que únicamente se plantea en los pacientes que sigan con dolor a pesar de las técnicas anteriormente descritas.
Actualmente el tipo de operación más utilizado es la artroscopia, en la cual a través de unas pequeñas incisiones y con la ayuda de unas cámaras conseguimos entrar dentro del hombro para eliminar la calcificación.